Recientemente, uno de nuestros clientes habituales ha tenido a bien actualizar la gráfica de su equipo, para lo que ha elegido una flamante PNY Quadro 600. Vamos a ver qué tal nos fue.
La PNY NVIDIA Quadro 600, como todas las tarjetas que integran procesadores de la gama Quadro, es una tarjeta GPU pensada para estaciones de trabajo profesionales donde el objetivo es obtener el mejor rendimiento posible en aplicaciones de edición audiovisual. Aplicaciones como Adobe CS6, Autodesk Inventor, CATIA y muchas otras mejoran su rendimiento sensiblemente cuando se utiliza una de estas tarjetas:
Comenzando la instalación
Como no podía ser de otra manera, la instalación ha dado más problemas de los que esperábamos inicialmente.
El equipo sobre el que la íbamos a montar es muy reciente, en particular la placa base, una placa Intel Desktop Board DZ77SL50K, que funciona como un tiro, por lo que nos las prometíamos muy felices pensando que todo iba a ir como la seda. Pues bien, no fue así.
Cuando montamos la tarjeta en la CPU, al arrancar parecía que todo iba bien ya que se mostraba el splash habitual de Intel en el arranque. En los equipos que montan gráfica integrada en placa, a veces el equipo no reconoce la nueva tarjeta PCX, por lo que es necesario entrar en la BIOS y forzar que la utilice. El hecho de ver el splash suele ser una buena señal, ya que indica que sí se ha reconocido la tarjeta correctamente y está siendo utilizada, pero en nuestro caso, cuando se supone que debía finalizar el arranque de la BIOS y debía comenzar el del SO, el equipo se reiniciaba, aunque de forma un tanto extraña: no se apagaba la pantalla, aunque sí hacía el BEEP de reinicio, un caso raro, la verdad.
Tirando de procedimiento, comenzamos a realizar los análisis pertinentes.
Cambio de fuente de alimentación
El primer paso en estos casos es siempre sospechar de la fuente de alimentación. En este caso el equipo constaba de una TOOQ de 500W. No es una marca de gama alta pero dan una calidad más que aceptable a un precio muy recomendable.
Aunque según las especificaciones del fabricante de la VGA la potencia mínima recomendada es de 420W, siempre puede ocurrir que la fuente ya esté algo tocada y no llegue a entregar toda la potencia que necesita el equipo.
Cambiamos por una fuente de pruebas que tenemos en el taller de 650W, pero el resultado es el mismo.
Verificar que la placa base es PCX 2.0
Según el fabricante, la VGA necesita un puerto PCX 2.0. Aunque la placa base es muy moderna, nunca está de más verificar estas cosas, ya que no se tarda nada y si por un casual no cumpliera los requisitos, te podrías tirar mirando un buen rato sin encontrar solución.
De todas formas, nada por aquí. La placa base es PCX 3.0, así que seguimos mirando.
Prueba del puerto PCX
Como el equipo antes tiraba de gráfica integrada, siempre existía la posibilidad de que el puerto PCX estuviera estropeado. Cogemos la VGA de pruebas y la montamos en el equipo. Arranca perfectamente y sin problemas.
Prueba de la Quadro en otro equipo
Siguiente posibilidad: que la nueva tarjeta esté estropeada. La montamos en otro equipo y verificamos que arranca sin problemas. Otra opción descartada.
Actualización de la BIOS de la placa base
Con las placas Intel es bastante habitual que las versiones antiguas de BIOS tengan problemas de compatibilidad con algunos dispositivos modernos. Comprobamos la disponibilidad de alguna actualización de la BIOS de la placa y vemos que hay una de enero del 2013. Vamos al equipo y vemos que la versión que tiene es de marzo del 2012. Pues nada, ya que ha fallado todo lo anterior, toca actualizar. Seguimos el procedimiento:
- Descarga del archivo BIO de la web de Intel
- Copia del archivo a un pen drive recién formateado
- Conexión del pen drive a la CPU
- Arranque y pulsamos F7
- Seleccionamos la unidad y el archivo con la actualización
Cuando termina, y antes de volver a conectar la nueva gráfica, entramos en la nueva BIOS y vemos que ha cambiado, con una estética mucho más moderna. La verdad es que pinta bien la cosa.
Apagamos. Volvemos a conectar la Quadro y reiniciamos. Esta vez sí, todo va como la seda. Arranca el Windows y se pone a instalar controladores por el montón de hardware nuevo que encuentra debido a la actualización del firmware de la placa.
Cuando termina, ponemos el CD de drivers de la VGA y ejecutamos el procedimiento de instalación. Reiniciamos y ya tenemos la gráfica lista para ser utilizada.
Para comprobar la estabilidad del sistema, ejecutamos el Unigine Heaven 3.0, dando unos respetables 534 puntos. Puede no parecer mucho para una gráfica de este precio, pero hay que recordar que en la gama Quadro no buscamos potencia 3D como tal, sino que queremos tarjetas de alta calidad de fabricación, mucha potencia por vatio y, sobre todo, gran capacidad de cálculo para aplicaciones de diseño gráfico, edición de vídeo y similares.
Conclusión
Desde luego, está claro que no te puedes confiar nunca en estos casos. Una operación aparentemente sencilla, como es la instalación de una nueva gráfica en un equipo razonablemente moderno y cuyo sistema operativo ha sido reinstalado recientemente puede complicarse bastante. En este caso una incompatibilidad a nivel software entre el firmware de la BIOS y la nueva gráfica ha sido la responsable de nuestros quebraderos de cabeza.
Menos mal que al final todo acabó bien y nuestro cliente ya está disfrutando plenamente de su equipo recién actualizado.
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